Esta semana se ha
celebrado en Zaragoza la tercera asamblea general del colectivo, en la que se
ha debatido sobre la reforma registral que supone un cambio radical de modelo.
Los registradores, disconformes con el borrador que maneja el Ministerio, han
salido victoriosos.
Los registradores no
quieren el Registro Civil. Esa es la conclusión que, por mayoría absoluta, ha
resultado tras tres días de ponencias, debate y votaciones en la capital
aragonesa.
La asamblea, que fue
planteada como un pulso de los registradores de base a la junta de gobierno del
Colegio Nacional que los representa, ha culminado con la victoria por mayoría
de los primeros que han hecho tangible en votos lo que hasta ahora era un
movimiento disidente interno.
De hecho, uno de los
fines con los que se convocaba este encuentro de registradores era hacer
visible la disconformidad de una parte importante del colectivo que ha mostrado
su total rechazo a la reforma registral, al menos en los términos en que ésta
se ha planteado en los sucesivos borradores que ha manejado el Ministerio de
Justicia.
La posición oficial del
Colegio de Registradores ha sido rechazada por una amplia mayoría, en lo
relativo al diseño del registro electrónico y en la decisión de otorgarles el
Registro Civil. En este último terreno, la respuesta ha sido clara: los
registradores no quieren el Registro Civil.
Según apuntan, no es que
lo rechacen, si el Ministerio decide que finalmente sean ellos quienes se
encarguen de gestionarlo dicen que lo asumirán, pero insisten en que no es algo
que ellos hayan pedido y reiteran que, de quedárselo, debería ser con condiciones: que se
apruebe con consenso político y social, así como el acuerdo con los colectivos
afectados; que sea un Registro independiente y que se haga con una memoria económica.
Todo lo aprobado en esta
asamblea tiene efectos a nivel del colectivo y del Colegio de Registradores, pero la decisión final sobre
cómo quede el borrador de la reforma registral es cosa del Ministerio de
Justicia, que tendrá la última palabra. No obstante, todas las fuentes
consultadas apuntan a que el texto está actualmente parado y no está claro que
finalmente salga adelante.
Fuente: Diario Expansión.
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