El Ministerio de Justicia se prepara para unos meses de
actividad legislativa frenética. Comienza la cuenta atrás para lograr sacar
adelante los proyectos clave de la legislatura antes del verano. Aún quedan por
aprobar buena parte de las iniciativas anunciadas al principio del mandato de
Gallardón, entre las que se encuentran algunas de las más controvertidas para
el sector jurídico. Los próximos meses serán decisivos, ya que lo que no pase
por el Consejo de Ministros antes del verano será más difícil que quede
aprobado antes de que culmine la legislatura.
En el tintero están reformas de gran peso, como el nuevo
Código Procesal Penal, que configura un cambio de modelo en el que la
investigación penal correrá a cargo del fiscal, respaldado por un juez de garantías.
Antes se espera que llegue la reforma de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, otro de los grandes proyectos que ha impulsado el Ministerio.
El texto pone los cimientos para una reforma estructural de calado, pero su
puesta en marcha definitiva no llegaría hasta que se desarrolle la Ley de
Demarcación y Planta, que finalmente no se tramitará en paralelo, sino que
deberá esperar a que la primera quede aprobada. Esto hace muy difícil que la
Ley de Demarcación y Planta pueda salir adelante en la actual legislatura.