El día 8 de marzo de 2022 vamos a seguir tomando conciencia de
nuestras reivindicaciones sobre la igualdad de género, reflexionando y
reconociendo los logros alcanzados, pero también el camino por recorrer,
identificándonos, sin distinción, en la lucha por unos derechos iguales,
silenciando cualquier forma de discriminación, directa o indirecta, así como
cualquier manifestación de violencia generada por una desigualdad que debemos
desterrar desde todos los ámbitos posibles, desde todas las plataformas de las
que dispongamos, para alzar nuestra voz en defensa de los derechos de las
mujeres, para que, definitivamente, sean los mismos que los de los hombres,
para que seamos, definitivamente iguales.
Un año más hacemos un llamamiento a la “unión de género”, a que la
lucha sea de todos y todas, a no perder la oportunidad para salir a las calles
y tratar de generar una conciencia pública y social sobre los problemas que, a
día de hoy, siguen afectando a las mujeres, recordándonos que las
reivindicaciones que ponemos de manifiesto en este día, deben permanecer
latentes de una manera transversal, para que las limitaciones que siguen
prevaleciendo, no sea lo que nos defina.
La desigualdad en el ámbito laboral persiste de forma velada, y se pone de
manifiesto con datos cuantitativos en todos los estudios y diagnósticos en
materia de igualdad, que reflejan una vez más que, en general, las mujeres
siguen ocupando, con más frecuencia, empleos de baja cualificación, con menos
posibilidades de promoción, mientras que los hombres están situados en mayor
medida en puestos con mejores condiciones económicas, así como que en puestos
de trabajo de carácter temporal o en cuerpos inferiores, la presencia de
mujeres es superior a la de los hombres, por lo que debemos incrementar los
esfuerzos para que no existan obstáculos en la carrera profesional, para que
mujeres y hombres, tengan las mismas oportunidades y desde el mismo punto de
partida.
La conciliación de la vida familiar y laboral sigue siendo una asignatura
pendiente de superar con buenas calificaciones, ya que, lejos de existir un
papel de corresponsabilidad efectiva, la llamada “doble presencia” en el ámbito
laboral y en ámbito doméstico sigue siendo un escenario en el que las mujeres
tienen el papel protagonista.
Por ello, desde el SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA ADMINISTRACION DE
JUSTICIA (STAJ) seguiremos trabajando para identificar los posibles
desequilibrios y desigualdades, así como las situaciones de discriminación por
razón de sexo, integrando definitivamente la igualdad en la Administración de
Justicia, mediante la elaboración e implantación de Planes de Igualdad que
establezcan las medidas específicas para que la igualdad, sea una realidad,
convirtiéndose en sinónimo de libertad de elección como fiel reflejo de la
lucha que iniciaron las mujeres por sus derechos en todos los ámbitos, en busca
de una sociedad justa y equitativa, donde la colaboración de los hombres
deviene en apoyo fundamental para visualizar con más fuerza que nunca los
diferentes problemas a los que nos enfrentamos, siendo su reconocimiento y
apoyo, paradigma para las reivindicaciones de todas las mujeres, en nombre de
la igualdad.
Y así como Emily Dickinson nos descubrió que "ignoramos nuestra verdadera
estatura hasta que nos ponemos en pie”, vamos a unir nuestras fuerzas para
estar a la merecida altura de la lucha por la Igualdad de Género.